Mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que no es fácil
reseñar esta novela. En doscientas y pico páginas resulta ser en
algunos aspectos tan inconmensurable como el planeta que le da
nombre.
A sabiendas que de este libro ya se ha hablado mucho, aquí querría
comentar mi experiencia lectora, la cual ha sido un poco accidentada,
todo hay que decirlo, por razones que comento al final.
En fin, no está de más recordar los grandes clásicos. Que vaya por
delante que una reseña de pocas páginas como esta está condenada a ser
superficial.
El océano Solaris
Solaris es un océano. Desde las grandes ventanas de la base que
levita magnéticamente a 400 metros de la superficie se puede
observar el perpetuo movimiento de sus olas, bañadas por los
espectros cambiantes de dos estrellas. Solaris al
igual que el océano es infinito, misterioso, impredecible e incluso
traicionero.
El planeta Solaris es una excepción en el universo conocido. Muestra
fenómenos que escapan a los conocimientos científicos, por ejemplo
una órbita que elude las leyes de la física conocidas; o bien por
los impresionantes fenómenos que aparecen en su superficie, los
cuales han sido tan detalladamente estudiados como poco comprendidos.
Se asume que es una entidad inteligente, pero se asumen muchas cosas
y no se sabe ninguna con certeza. Si realmente es un organismo
inteligente de tamaño planetario, todos los intentos de contacto, o
bien de comprender qué o cómo piensa, si es que piensa en el
sentido humano del término, desde hace más de un siglo que escapan
a la capacidad de los científicos solaristas.
Cuando el psiquiatra Chris Kelvin llega a la base se encuentra con un
panorama desolador. Todo está hecho un desastre y cuando intenta
contactar con los otros dos científicos (se acaba de enterar que el
tercero ha muerto) éstos se muestran extrañamente esquivos. Pronto
tendrá ocasión de comprobar cómo el planeta Solaris hace de las
suyas con los inquilinos de la estación, jugando con su psique,
poniendo a prueba sus convicciones científicas y su cordura. ¿Por
qué? Quizás les esté devolviendo parte de su ciencia tan
intrusiva, o simplemente esté poniendo en su sitio la soberbia
humana. Quizás...
Esto es lo que más me ha gustado de Solaris, que permite muchas
lecturas.
La solarística
Solaris
es una novela de ciencia ficción en el sentido literal de término.
En realidad estamos acostumbrados a ver los productos de la ciencia,
en forma de descubrimientos o de sus derivados tecnológicos. En este
caso en cambio vemos una completa descripción sobre la ciencia en sí
misma, en cuanto a su funcionamiento y como veremos en cuanto a sus
límites.
Los
estudiosos del planeta se llaman a sí mismos Solaristas y a su
disciplina le han asignado el nombre de Ciencia Solarista o
Solarística. Durante más de un siglo los solaristas han acumulado
un ingente corpus
científico que Lem nos va detallando a lo largo de la novela. Este
es sin duda una de sus aspectos más logrados, cómo se nos describen
las diversas expediciones al planeta, cómo con el paso del tiempo se
suceden diversos paradigmas y teorías para intentar explicar sus
fenómenos; los grandes debates teóricos, a la vez que se sugiere la
infinita cantidad de experimentos e hipótesis, registros y
mediciones de todo tipo que los científicos han practicado en el
planeta.
Por
que lo más fascinante es que todo esto no ha servido para nada. El trabajo de los solaristas ha sido en vano. Solaris nos muestra
las limitaciones de una ciencia que pretende atribuirse el monopolio
del conocimiento del universo y fracasa estrepitosamente. Lo cual no
deja de ser paradójico, que una novela de ciencia ficción trate de
lo que la ciencia no puede abarcar.
En
sentido filosófico Solaris es lo incognoscible. Quizás
existan otras formas de conocimiento que puedan estudiar el fenómeno
pero también es posible que cualquier intento humano esté condenado
al fracaso y -otra paradoja- podemos ver que en un contexto futuro en
el que ya se ha superado la religión sólo se pueda acudir en una
explicación de este tipo, como sugiere Lem en boca del protagonista.
Solaris es una bofetada a la cosmovisión moderna del universo.
Algunas de las cosas que a mi me sugiere Solaris:
Solaris es una crítica
a la ciencia y a su futilidad en
las cuestiones más trascendentales del hombre.
Una crítica del antropocentrismo.
La ciencia puede convertirse en un sistema de
dominación en si misma
La incomprensión entre los seres humanos, quienes a
pesar de encontrarse en una situación crítica no pueden evitar
aislarse unos de otros.
Es una historia sobre el amor perdido... y de
segundas oportunidades.
Cuando exploramos el universo en realidad buscamos
respuestas sobre quiénes somos...
… o quizás estemos huyendo de
nosotros mismos.
Seguro que si la habéis leído tendréis otras lecturas diferentes.
Los solaristas
Stanislaw
Lem escribió su novela en un contexto histórico determinado,
correspondiente a un país de economía planificada (Polonia, 1961).
Creo que esto tiene que ver con su visión de la ciencia. La novela
hace alusión a algún tipo de autoridad académica centralizada en
la Tierra. La ciencia que nos muestra Lem es una gran tecnoburocracia
que pretende encajar el universo a sus normas, en este caso las del
método científico. Los científicos -como los burócratas- se
proponen añadir Solaris a su catálogo del Universo (más conocido
como Enciclopedia Galáctica), se empeñan en convertirlo en algo
cuantificable y predecible; eventualmente en algo explotable...
Los
problemas empiezan porque
existe
un planeta que no encaja con estas normas. Los
científicos se enfrentan a algo que su
ciencia no admite como posible. En
el caso de los que entran en contacto con el planeta, los inmensos
archivos teóricos disponibles en la biblioteca de la base no
contienen nada que les permita explicar la situación en que se
encuentran. La ciencia no está preparada para admitirla y temen ser
tratados por locos. Incluso ellos mismos dudan de su cordura. Sufren
en su propia carne algo inaudito, algo que los confunde y los
presiona hasta el límite. Parece que el planeta quiera vengarse de
su insolencia (nadie les ha pedido que vayan) utilizando
perversamente las debilidades de la naturaleza humana.
Esto
nos conduce otro aspecto fascinante de la novela, las llamadas
creaciones F.
Particularmente el personaje de Harey, un fantasma del futuro, un
avatar, un constructo
basado en recuerdos... que por su propia humanidad empieza a ser
consciente de su naturaleza y que sin embargo no puede escapar a a su
trágica situación.
La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de
Kelvin. Al principio me contrarió la psicología de este personaje.
En particular me sorprendió su comportamiento poco científico, por
ejemplo su histerismo y sus ataques de ira; pero como explicaré más
adelante creo que la lectura apropiada es ésta: que el propio
psiquiatra pierde los papeles en contacto con el planeta. Pero lo más
interesante es cómo el hombre de ciencia Kelvin hace algo en que los
seres humanos somos especialistas: racionaliza. Es decir, llega un
momento en el que en vez de intentar alcanzar una perspectiva
objetiva de la situación utiliza sus conocimientos para justificarla
e impedir que ésta se resuelva.
Un apunte: a modo de ejercicio me pregunto como habría sido esta
novela narrada en tercera persona.
Solaris, la novela
Como siempre cuando escribo sobre una novela procuro establecer una
cuarentena y no leer otras reseñas. Está claro que de Solaris se ha
hablado muchísimo y por gente mejor informada que yo. Lógicamente
lo que estoy comentando aquí es un punto de vista.
Solaris ed. Pleniluni. Catalunya, 1988 |
Mis críticas iniciales eran éstas:
- Diálogos inverosímiles y sobretodo de lectura indigesta.
- Saltos de continuidad en algunos momentos de la novela.
- La psicología de Kelvin estaba mal esbozada.
El caso es que en la versión de Impedimenta los diálogos cobran más
sentido,
los saltos de continuidad pasan a ser elipsis bien hechas y
la psicología de Kelvin es un aliciente más de la novela. En
realidad no tengo una manera objetiva de evaluarlo pero debo asumir
que la traducción española actual es más acertada, algo que coincide con los comentarios que he leído sobre esta edición.
Ed. Impedimenta. España, 2011 |
En fin que esto me ha obligado a rehacer la reseña. Lección
aprendida pues, en el sentido de cómo una traducción puede cambiar totalmente tu percepción de una obra. A todo esto no
querría quitarle méritos a la labor de Editorial Pleniluni por
ofrecernos tantas obras de ciencia ficción en lengua catalana.
Si
me quedara alguna crítica ésta desaparece por que Solaris es una
novela que gana mucho con la reflexión. Escrita hace 53 años, hoy
en día continúa siendo una obra maestra de la ciencia ficción. Con
esta obra Stanislaw Lem se gana el puesto en el Olimpo de los
grandes. Pienso que ser un Grand Master
es algo más que un título.
Solaris es una novela de ciencia ficción única. En cierta manera es
una anomalía como el planeta que describe.
Carlex me has animado. No he leído el libro, una década atrás vi a peli de Soderbergh y me desalentó bastante. Tal vez después de todo me anime con Lem.
ResponderEliminarLa experiencia me ha enseñado que siempre es mejor el libro que a película.
Saludos.
Saludos Anfitrión,
EliminarSobre las películas, dicen que la película de Tarkovsky (1972) es de largo la más respetuosa con la novela. Confieso que cuando la vi me resultó aburrida pero ahora quiero verla de nuevo porque supongo que en el primer visionado me perdí muchos detalles. La de Sodenbergh la considero bastante más entretenida pero a costa de perder la esencia de la novela y quedarse sólo con la historia de amor. Existe además una versión para la televisión soviética (1968) que puedes encontrar aquí subtitulada al inglés que puedes encontrar aquí http://www.youtube.com/watch?v=PSEGTBBHqgw (no sé qué tal está).
Sobre la novela, qué voy a decir a estas alturas, que es un clásico imprescindible. Otra cosa es que sea de lectura amena, que en algunos momentos opino que no lo es. Por ejemplo los detalles científicos, a mi me gustaron pero algún amigo me comentó que le habían resultado pesados. Y lo mismo pasa con los diálogos.
En fin, gracias por comentar :-)