Mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que no es fácil
reseñar esta novela. En doscientas y pico páginas resulta ser en
algunos aspectos tan inconmensurable como el planeta que le da
nombre.
A sabiendas que de este libro ya se ha hablado mucho, aquí querría
comentar mi experiencia lectora, la cual ha sido un poco accidentada,
todo hay que decirlo, por razones que comento al final.
En fin, no está de más recordar los grandes clásicos. Que vaya por
delante que una reseña de pocas páginas como esta está condenada a ser
superficial.
El océano Solaris
Solaris es un océano. Desde las grandes ventanas de la base que
levita magnéticamente a 400 metros de la superficie se puede
observar el perpetuo movimiento de sus olas, bañadas por los
espectros cambiantes de dos estrellas. Solaris al
igual que el océano es infinito, misterioso, impredecible e incluso
traicionero.