Hoy toca reseña
express. Hace poco terminé esta
novela que en principio no tenía previsto comentar (ando envuelto en una
interminable traducción de una entrada anterior) pero es que creo que se lo
debo en agradecimiento a L.J. Salart porque su Proyecto Marte me ha proporcionado buenos momentos y, lo que es más
importante, me ha dado que pensar.
La novela nos
habla de los acontecimientos que suceden antes y después del año en que la
jovencita Usha Leber respira por primera vez el aire de Marte, de forma
oficial. Es una historia coral, compuesta por diversos relatos relacionados
entre ellos, y nos es contada en boca de cada protagonista, según el tiempo que
le ha tocado vivir.
Así, el primer relato,
en el que se nos explica cómo Usha Leber
respira por primera vez el aire de Marte, de forma oficial ya nos indica que
la referencia es artificiosa, buscando la solemnidad de un acto que en realidad
ya se ha convertido en algo cotidiano. La autoridad competente del planeta
Tierra ha escogido una fecha porque ¡Ay! las cosas deben hacerse oficialmente,
y esto ya nos anticipa uno de los temas recurrentes del libro, que las
intenciones y la realidad resultante acostumbran a ser cosas muy diferentes.