IMPERIVM ROMANVM PLVS MACHINA
PNEVMATICAE PLVS BARCINOMAGNA
Quizás por el hecho de combinar el género fantástico con mi período histórico preferido, o porque Jaume
Valor Montero ha sabido cautivarme con esta aventura que transcurre en una línea
temporal diferente a la nuestra, lo cierto es que he disfrutado mucho leyendo
esta novela a medio camino de la ucronía y el steampunk, por lo que anticipo que mi reseña será positiva.
Portada de la ed. española de Fantascy |
Esta revolución industrial y
económica que transforma el Imperio Romano se produce de una manera peculiar. No existe un Adam Smith, aunque sí hay algo parecido a una
ética protestante de la mano del Pontifex del imperio, dedicado a salvaguardar y difundir los valores pneumáticos, y en la práctica un poder fáctico que
rivaliza con el mismo cónsul. Jaume Valor describe, en mi opinión de forma muy
plausible, una revolución industrial a la
romana, respetando y actualizando cuando conviene muchos rasgos de esta
sociedad, y a su vez, no se priva de mostrarnos las desigualdades y tensiones que estos cambios producen. Por supuesto, a toro pasado esto puede parecer fácil pero yo creo que
el autor lo lleva a cabo de una manera muy acertada.
No puedo resistirme a comentar un
par de aspectos de esta fascinante ambientación históricamente alternativa. En
primer lugar, la superioridad tecnológica del imperio para con sus vecinos,
que ha conducido a la llamada Pax Pneumatica, aunque el autor insinúa que la situación no es tan estable como parece. En segundo lugar, que
la figura de un tal Yeshua el Galileo no tendrá ninguna relevancia (el mismo pontificado pneumático conseguirá reprimir este cristianismo incipiente), al contrario de lo sucedido en nuestra linea temporal.
Pero no debemos olvidar que La
República Pneumática es ante todo una novela de aventuras, que comienza con el
viaje en una caravana de vapor del joven Marcus Novus desde Caesaraugusta
(actual Zaragoza) hasta la capital del Hispania del siglo II, Barcinomagna. Su
padre, quien acaba de ser encarcelado, le confía una delicada tarea pero
cuando llega a Barcinomagna, Marcus pronto se dará cuenta de que la misión
encomendada no es tan sencilla y deberá aprender a sobrevivir en una ciudad llena
de violencia, miseria y corrupción.
Al principio de la novela me
desconcertó un poco la evolución de este personaje, derivando hacia
una trama que no sabías muy bien donde te podía llevar, aunque luego
el autor lo resuelve correctamente, creo yo. A efectos de esta reseña, podríamos
decir que en una parte de la novela predomina la ucronía, en la que se describen
las tribulaciones del joven protagonista mientras se nos proporcionan detalles de la
gran urbs de Barcinomagna, y en general muchos aspectos del Imperio Romano imaginado por el autor. Al respecto, cabe decir que se nota que Jaume
Valor es arquitecto.
Esta parte me ha recordado La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón, en la que un joven superado por las circunstancias corre aventuras y desventuras en la misma ciudad, en este caso la Barcelona de la posguerra, repleta de secretos y lugares tenebrosos. Después, la novela que nos ocupa se convierte en una intriga al estilo steampunk, de paso se nos mostrarán las maravillas tecnológicas de la época.
En conjunto considero que es una obra muy original. Roma
Eterna del gran Robert Silverberg (que no he leído) imagina un Imperio
Romano que perdura hasta nuestros días. Ahora bien, me parece que el único punto en común entre ambas es que el cristianismo no ha prosperado. Si es cierto lo que he leído de la novela de Silverberg, la que aquí tratamos no tiene nada que
envidiarle.
Portada de la edición catalana (Cruïlla) |
Además señalar que se ha discutido sobre si se trata de una novela juvenil. En puridad considero que no lo es. Sin embargo, es cierto que en algún momento da la impresión de
que el propio autor no se toma del todo en serio su aventura. Por ejemplo con
el uso tendencioso respecto de los nombres de algunos personajes, como por
ejemplo el joven Marcus Novus, el valiente Caius Verus o el Pretor Monetae, que
se llama Decimus Nummus (nummus también significa moneda en latín). También es el caso del
personaje Hoc, una especie de muñeco mecánico (mejor dicho, pneumático) que
acompaña al joven Marcus en sus aventuras y que si bien al principio da juego,
después pasa a un segundo plano; aunque es posible que el autor se esté guardando un as en la manga para las dos continuaciones ya anunciadas.
El cronista trabajando a todo vapor en la trilogía |
No hay comentarios:
Publicar un comentario