Yesterday's Kin, de Nancy Kress

(You can also read this review in English/También puedes leer esta reseña en inglés)

La ventaja de hacer las reseñas en caliente es que uno posee una impresión fresca de lo leído y cuesta mucho menos transmitirla en el blog. Por otra parte, una reflexión posterior te ofrece una perspectiva más distanciada de la obra, lo cual también es deseable. Como en muchas cosas en esta vida, no se puede estar el mejor de los dos mundos. En este caso, coincidiendo con mi periodo vacacional, que siempre facilita mucho las cosas, hace unos momentos he terminado de leer Yesterday’s Kin de Nancy Kress.

En mi anterior reseña de la antología anual de Gardner Dozois mencionaba lo maravillado que me dejaron los dos relatos de la autora dentro de esta antología, por lo que tenía muchas ganas de leer esta novela corta publicada el año pasado, que además es ganadora de los premios Nebula y Locus, y también finalista del Theodore Sturgeon.

¿De qué va Yesterday’s Kin? Como el mismo título indica y la cita de Charles Darwin al principio de la novela aclara por si quedaba alguna duda, una especie extraterrestre ha contactado con la humanidad. Resulta que estos seres que provienen de un sistema solar muy lejano son humanos –bajo una apariencia muy exótica debido a su adaptación a un planeta con unas condiciones muy distintas al nuestro, pero genéticamente humanos-. Los visitantes han contactado con la raza humana por un motivo, que aquí no os voy a contar (si queréis está en la contraportada de la novela). La intriga está protagonizada por la genetista Marianne Jenner y sus tres hijos. Debido a su carrera, la Dra. Jenner será uno de los pocos seres humanos privilegiados con una visita a la embajada alienígena situada en Nueva York, cerca del edificio de las Naciones Unidas.

El relato se lee muy bien y podemos calificarlo de ciencia ficción hard. La genética es uno de los temas preferidos de esta autora, y siempre lo ha tratado desde un punto de vista riguroso. De paso la novela toca otros temas cienciaficcionales interesantes pero son cuestiones secundarias en el argumento.

Como principal crítica, el ombliguismo en las relaciones de los personajes y la trama (en otras palabras, siempre están en el meollo los mismos), quizás por limitaciones de desarrollo de esta historia que nos cuenta en tan solo 192 páginas, pero que en todo caso le restan verosimilitud. Por un lado se agradece que la autora trate los efectos en las creencias y expectativas de la humanidad que supone la llegada de estos seres, pero por otro lado lo muestra siempre mediante los mismos personajes y las cosas van un tanto forzadas.

De la autora había leído Mendigos de España (no me convenció, a pesar de la fascinante premisa en que se basa) y Probability Moon (también la primera de una trilogía que tampoco me interesó lo suficiente). En cambio, esta es una lectura de una tarde que recomiendo. Al parecer la escritora se desenvuelve mejor en la literatura breve. Os aseguro que no será lo último que lea de esta autora.

Por último, una explicación a los amables seguidores y seguidoras del blog, por haberlo dejado en éstasis durante unos meses, por cuestiones laborales principalmente. Este verano me propongo acabar el relato que os comenté a primeros de año (Ains! una promesa incumplida) y además me enfrento al eterno dilema de si escribes más lees menos y viceversa, y el ganador ha sido la lectura. Como he comentado antes, es difícil conseguir el mejor de los dos mundos.