En
principio no me había planteado reseñar esta novela puesto que ya
se ha hablado bastante de ella, pero por otra parte se prestaba a una reflexión que al final he decidido a compartir
aquí. Como es norma de la casa no he leído otras reseñas (bueno,
en realidad leí alguna hace meses) por lo que será interesante
saber en qué coincidimos.
Ideas
novedosas
En una frase, para mi la gracia de la novela está en algunas ideas
novedosas, bien aprovechadas por la autora y combinadas en un
worlbuilding
más que correcto.
Decía
Miquel Barceló que la ciencia ficción es literatura de ideas. En
este caso tenemos una novela que se ajusta a esta definición. No
estamos hablando de una novela científicamente rigurosa o hard
sino de una space
opera moderna
(simplificando, aventuras espaciales) con algunas propuestas
originales que quizás le valgan los premios que está
recibiendo.
Por
un lado están por supuesto las inteligencias artificiales ancillary.
Sólo
comentar que el imperio interplanetario que nos describe la
autora se basa en estas IAs
para organizar sus ejércitos. Es un concepto que a lo largo de la
novela da bastante de sí y que aquí prefiero no desvelar más.
Portada del gran John Harris |
Por otro, el mismo Imperio Raadchai: una economía basada en la conquista y en la esclavitud. Se lo ha comparado con el Imperio Romano y analogías no faltan. De hecho la misma autora lo comenta en la entrevista publicada al final del libro. Pero yo creo que en algún aspecto se presta a otra comparación, con la Alemania del III Reich, concretamente por su impresionante maquinaria de guerra y represión, paradigma una organización jerarquizada para el cumplimiento preciso de instrucciones, independientemente de su moralidad.
Otra aportación interesante está en el dictador Anaander Mianaai y su conflicto interior. En Señor del Radch tiene algún tipo de transtorno mental, lo cual otra vez nos remite a la historia. Ejemplos de dictadores desequilibrados tenemos muchos a nuestra disposición, pero un cambio muy acertado por parte de la autora lo convierte en algo nuevo y fascinante.
Por
último, un concepto que quizás pasa más desapercibido que los
anteriores, aunque da nombre a la novela, es el concepto de justicia.
La justicia que el Imperio Raadchai impone a los planetas
conquistados, por lo tanto es justicia de vencedores. La justicia
también puede entenderse como civilización y como virtud, a la que
deberán acogerse los planetas sometidos para incorporarse al Radch.
Una pregunta clásica es: ¿Qué
pasa cuando tus superiores te dan una orden contraria a lo que te han
inculcado proteger?
Imagine your whole life aimed at conquest, at the
spread of Radchaai space. You see murder and destruction on an unimaginable
scale, but they see the spread of civilization, of Justice and Propiety, of
Benefit of the universe. The death and destruction, these are unavoidable
by-products of this one, supreme good.
La
novela
Sobre
la novela me han llamado la atención algunas cosas. En primer lugar
me ha parecido un libro dividido en dos partes. En una primera mitad
se intercalan dos tramas en capítulos alternos y llegados a un
punto, una de ellas desaparece (en realidad se trata de un flashback)
mientras que la otra prosigue buscando la resolución o desenlace. En
la primera mitad casi no es patente una verdadera intriga y el
interés de la novela avanza conforme se te va proporcionando nueva
información.
La
sensación es que no hay un qué
pasará después
(en vista de los elementos o pistas mencionados con anterioridad)
sino un qué
nos explicará después
(porque se nos va proporcionando la información a medida que avanza
la lectura). No siempre es así, conforme la novela avanza la
cosa pretende convertirse en una intriga más convencional. No digo
que esté mal puesto que sería cuestionar la libertad de la autora
pero, claro, tiene sus limitaciones. Creo que mientras la trama
avanza aportando nuevas ideas al worldbuilding
la novela gana en riqueza, en cambio si es por técnica narrativa el
resultado es más bien flojo.
Bien, las reglas de la intriga están para saltárselas.
Podéis ver otro ejemplo –bastante más sofisticado que este, todo
sea dicho- en mi reseña anterior. En nuestro caso la autora no deja
pistas o adelantos que estimulen la curiosidad del lector sino que te
lo suelta cuando es pertinente. Entiendo que no se trata de deux
et machina
puesto que lo contado tiene lógica y coherencia con el conjunto,
pero la manera de exponerlo me ha parecido como mínimo curiosa.
Por
otra parte me ha resultado muy interesante los momentos en que se
muestran varios puntos de vista simultáneamente. En cierta manera se
consigue el cambio de un narrador subjetivo a uno omnisciente.
Ventajas de que tu personaje sea una inteligencia artificial.
También
destacaría el uso de neologismos como los nombres que ya hemos
mencionado (y bastantes más), y las alusiones a los usos de la
lengua Raadchai que hace la autora, lo cual podríamos decir que
también forma parte del worldbuilding
o ambientación de la novela. El conjunto es acertado si exceptuamos que se presta un poco a confusión con toda esa jerga ancillary.
Por
lo demás, sobre la novela en sí, la encuentro correcta si
descontamos algunos aspectos pobres o repetitivos; pero puesto que la
voz narrativa es una IA lo anterior puede quedar más o menos
justificado. Creo en esto que debo darle a Ann Leckie el beneficio de
la duda.
Intentaré
explicarme: es muy distinto que elijas hacer las cosas de una
determinada manera a que lo hagas porque no sabes hacerlo de otra
forma.
Ann Leckie |
Por
otra parte el hecho que la historia te la cuente una IA consigue momentos realmente cautivadores y conforme avanza vas cogiendo empatía
por esta criatura infeliz encerrada en un frágil cuerpo humano, pero también debo señalar que las motivaciones de los personajes -humanos o no- no
quedan claras.
Lo
mismo ocurre con las lagunas y algún aspecto inexplicado o demasiado
simplificado. Volvemos a la presunción de inocencia, por si se
reserva munición para las secuelas ya anunciadas. Aun así creo que hay cabos que no deberían haber quedado sueltos...
Como
ciencia ficción la encuentro una propuesta muy interesante. Ojo, que
no hablo de su calidad literaria, que sería otro aspecto totalmente
diferente. Para mi no
es una gran novela pero como ya he dicho aporta un punto de vista
novedoso que quizás le esté valiendo los premios conseguidos.
Aunque de lo último ya se sabe que entran en juego otros factores, pero esto no debe restar mérito a Ann Leckie por el gran éxito conseguido siendo su primera novela publicada.
No
me canso de decirlo, qué grande es el género de ciencia ficción
que nos permite imaginar y soñar despiertos todas estas
maravillas. Y también pesadillas, claro.
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